La clase del día 16 la dedicamos a una iniciación del retrato. Nos pusimos en parejas mixtas y empezamos a dibujar partes de la cara del compañero, mediante fotos y él mismo de modelo.
Era importante fijarse en cada detalle e intentar plasmarlo en el dibujo igual que era en la realidad. De ahí sacamos la primera cosa en claro; siempre dibujamos a grandes rasgos sin fijarnos en los detalles que hacen un dibujo real.
Fijarse en las sombras, en las arrugas, en cada pelo, en la forma exacta... es fundamental porque cada persona tiene unas características distintas nos hace diferenciarnos de los demás.
Lo malo es que al llevarlo a la práctica salen cosas distintas y con gran diferencia a lo que teníamos pensado.
Así que al final salió algo parecido a esto:
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